ARENA POLÍTICA

NAVIDAD POLARIZADA 

Por: Carlos CASTELLANOS ALCÁZAR

Como es costumbre y de acuerdo al culto religioso, la Navidad, es una puerta de enmienda y renovación moral para estar más cerca del espíritu del creador, tratando de borrar el pasado tortuoso para iniciar una nueva vida de la mano divina para la salvación de toda carga negativa por un positivismo que aliente la existencia humana.

Tratamos de alcanzar la salvación, milagros y bendiciones a costa de ser cada día más benévolos, más justos y más cercanos a la palabra del mesías y redentor de generaciones, que nos da la luz de la vida para disfrutar de las prerrogativas del universo como una herencia de los mandatos, leyes y decretos del Señor, que todo lo puede, todo lo bendice y todo te da, si sabes pedir, a cambio de nada, más que tu fe.

Es verdad, que los creyentes imploran el perdón en esta Navidad llena de luz para borrar los pecados del mundo a cambio de paz y tranquilidad con la finalidad de atajar las injusticias, la violencia, la inseguridad, la carestía, la pobreza, la marginación, las desigualdades, los abusos, las infamias, la envidia, el rencor y la anarquía- que provienen de las malas mentes que viven en la oscuridad.

La Navidad es la fecha propicia para hacer un recuento, un balance, un equilibrio o recapitulación de nuestras actitudes y procedimientos por haber sufrido algunas inclemencias, lastimados por las tempestades, agravios o fatalidades- o bien, disfrutar de los logros y triunfos por más pequeños que sean, por haber logrado la felicidad, o un inesperado desgarre sentimental por diversas emociones negativas.

Se suma la situación política, económica y social, que invadió- en algunos casos- los proyectos de vida, planes y todo tipo de actividades que se vinieron abajo por el clima de inseguridad y la violencia, que deja un gobierno, que- a la delincuencia- la protege con “abrazos y no balazos”- a decir, “porque también son humanos y tienen derecho a la vida”-   protege más a los victimarios que a las víctimas, así, vivimos en el país mexicano.

Vivimos un México, trastocado, por el régimen de la Cuarta Transformación, que no respeta el cumplimiento de la Constitución, lleno de aberraciones- en donde impera el caudillismo, la voluntad de un solo hombre, que tiene en sus manos el poder político omnímodo.

Un México donde se desatiende la salud, la educación, la seguridad, el respeto a los derechos humanos, las relaciones humanas y se atenta contra la vida, contra la libertad y la democracia.

Un México con un promedio de 100 crímenes dolosos diarios, miles de feminicidios, secuestros, desaparecidos, violaciones, pues, la vida no vale nada en un régimen, que niega la buena salud. No hay medicamentos en los hospitales, ni los equipos necesarios de curación por lo que la muerte está predestinada para los niños y adultos con cáncer y otros padecimientos crónicos.

Hoy vivimos en un México polarizado lleno de violencia en donde los índices de criminalidad han rebasado la estructura del gobierno por la falta de estrategias de seguridad, pues, ni la militarización del país dio resultados- sin embargo- la situación empeora por el cambio próximo del gobierno, que se elegirá el 2 de junio del 2024- y por supuesto- continuará la misma política de la 4T, sin cambios, ni modelos, que cambien para bien- la vida de los mexicanos.

Seguirá la misma polarización y el mismo discurso oficial- de odio, la misma confrontación, pues, el sustituto del actual gobierno, todo parece, que- será una mujer, impuesta- por ya saben quién- y   no menciono su nombre por esta única vez para no herir susceptibilidades en esta Navidad, que es propia de conciliación-

carloscastellanos52@hotmail.com

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